Como ser fotógrafa y no morir en el intento

Nuestra imagen de marca, los valores que nos definen o el mensaje que queremos transmitir a nuestras clientas, son clave para que confiéis en Pepita Limón.
Para conseguir esto es súper importante otro tipo de imagen. Las fotos, vídeos y la manera en que llegan a vuestros ojitos nuestras prendas de ropa y os enamoran al instante.
Os voy a contar en este post, como ha ido evolucionando nuestra fotografía y como ha pasado de risa y drama a un escenario maravilloso. Bueno, empecemos por el principio.
Allá por el 2018, para nuestra primera colección, hicimos una sesión de fotos con un fotógrafo amigo. ¿Resultado? Desastre total. Y no por el fotógrafo, que, aunque no era su especialidad, se esforzó mucho. Pero el resto todo fue una catástrofe.
Pasado este momento, decidí que por qué contratar a una profesional pudiendo hacer yo misma las fotos. Ahora sé que fue un error y, aquí, empezó una odisea que me da para escribir un libro.
Me acuerdo como si fuera ayer, de la cara de mi marido un día que entró en casa y nos encuentra tal que así. Decorado a modo Noche Vieja en una pared. Yo maquillada como si me fuera a tomar las uvas y Marta, que era pequeñita, jugando con los kilos de confeti dorados que había por el suelo. Vamos, que ni la Pedroche en la Puerta del Sol.
Si coloco una cestita de fondo y unas flores por aquí, ¡ah! ¡Y un libro antiguo que le da gracia, cojo mi móvil de pantalla rota y… PATATA! Salen unas fotazas de la leche. Esto, claro está, solo funcionaba en mi cabeza.
¿Por qué si pongo un fondo blanco sale gris? ¿Por qué se mueve tanto mi cámara? ¡Callaos todos! ¡Que voy a grabar un vídeo!
En otra ocasión, íbamos dando un paseo en familia por el monte y yo de repente, a lo Mary Poppins, saqué de la mochila una ranita con percha incluida y la colgué en la rama de un árbol. La cara de todos fue un poema, ahora lo recuerdo y me da la risa.
Venga niños, ahora que papá se ha ido, vamos a hacer unas fotitos, subid a esa mesa, ¡¡¡rápido!!! Marta vuelta!!!! Pablo sonríe, pero así no, sonríe normal. ¿Por favor puedes dejar de hacer el símbolo de la paz?
¡Ahora decimos, Feliz Navidad! ¡Mira aquí, dónde la galleta! ¡¡¡¡¡¡¡La galleta!!!!!!! ¿Quién quiere tres galletas????
Todas las marcas pasan por muchas fases, esta la recordaré siempre. Pero también a todas las marcas les llega un momento en el que hay que tomar decisiones. A mí me costó, pero apostar por la imagen fue, sin duda, un acierto total.
Y así, llegó Ana a mi vida. Un flechazo como los de antes, ya por teléfono me enamoró. Y cuando empezamos a trabajar juntas, me di cuenta de que fue una de las mejores decisiones que he tomado en Pepita Limón. Ya no solo por su gusto exquisito, su gracia al montar escenarios, su tacto con los niños o las fotos increíbles que hace. Es que me sabe llevar, entiende lo que necesito y con ella, siempre es fácil.
Las sesiones de fotos son muy cansadas, sacrificadas, terminamos agotadas. Pero cada temporada, cuando me llega su mail y me dice que ya las puedo ver, me sube una cosa por la barriga que no os puedo explicar. La primera vez lloré, lo confieso. No sé si por las fotos tan bonitas, o al recordar todas mis aventuras anteriores.
La fotografía es una manera de sentir, tocar y amar algo o a alguien. Cuando capturas algo con la cámara lo haces para siempre…. Nos recuerda pequeñas cosas, mucho después de que hemos olvidado todo.
Te estoy viendo montando los escenarios jajaja. Eres una todoterreno!! Y eso es lo que cuenta, que lo haces todo con mucho arte y amor. La verdad es que las fotos de cada temporada son buenísimas y te imaginas a tus hijos así de ideales. Enhorabuena!!!